Investigó a militares, políticos, jueces y empresarios; narcos y tratantes de personas; defraudadores y abusadores de poder. dejando bien en alto el nombre de Coronel Suárez; todo en su vida giró alrededor de una palabra, un poder y un concepto: la Justicia.
Abogado (UBA) y licenciado en Ciencia Política (UBA), egresado de la escuela Agropecuaria de Coronel Suárez, escribió libros, ensayos, columnas y otros textos sobre derecho, filosofía y ciencia política. No perteneció a la “familia judicial” y arrancó de abajo, de meritorio, pero emergió del sistema y se convirtió en su principal detractor interno.
Siempre se paró del lado de los más débiles, de los vulnerables, de los sin voz, aún en los peores momentos de los tribunales que habitaba, Comodoro Py 2002. Aun cuando sintió cómo la soledad le tatuaba la piel.
Por seguir el camino de la ley y la autonomía que juró honrar cuando lo designaron como fiscal, Federico sufrió jefes que no sólo no apoyaron el trabajo hecho con mucho esfuerzo, sino que lo castigaron, superiores que trataron de torcer su voluntad, sumarios administrativos que presentaron en su contra y causas penales infundadas que progresaron a pesar de lo que dice la ley.
Durante el macrismo sufrió muchas causas armadas en su contra; por eso, el fiscal suarense doctor Federico Delgado quedará en la historia argentina como el guardián de la democracia, defendiéndola y honrándola hasta su último aliento.
Será su familia, su esposa Yvonne (Blajean Bent), sus hijos Juan, Tomás y Justo quienes continúen su legado y defiendan el rol de cada ciudadano en el entramado político/social de la Argentina.
Porque sin duda, a 40 años del retorno de la democracia, Federico la defendió y honró hasta su último aliento.
#OrgulloSuarense
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