La Banda de Música Municipal “BARTOLOMÉ MEIER” de la ciudad de Coronel Suárez, fue creada el 26 de octubre del año 1.960, durante el gobierno municipal encabezado por el escribano Don Domingo Nicolás Móccero, haciendo su primera presentación en público a principios del año 1.962. Lleva el nombre de quien fuera uno de sus fundadores y primer director: Don Bartolomé Meier.

En el año 1995 bajo la batuta del Mtro. Pedro Lurbe se crea la Escuelita de la Banda Municipal dónde se formarían los músicos en teoría e instrumento, semillero de la Institución.

En el año 2018 con la creación de un Equipo de trabajo administrativo-pedagógico, la histórica “Escuelita” pasa a denominarse Escuela de Formación Musical completando los 3 niveles de Formación Básica en lo que hace a Lenguaje Musical, Instrumento y Práctica de conjunto.

Esta Institución cuenta con un plantel estable de 42 músicos y se halla actualmente bajo la dirección de su primer directora mujer, profesora Natalia Erroitzarena Chiappano.

En el año 2015 fue declarada “PATRIMONIO CULTURAL DE CORONEL SUAREZ”, siendo la embajadora cultural por excelencia de nuestro distrito.

En Octubre de 2020, en plena pandemia cumplieron su 60° años de actividad ininterrumpida, y fueron nombrados “Destacados culturales 2020” por primera vez una Institución entera recibe esta distinción; han integrado sus filas niños, niñas, jóvenes y adultos, que han demostrado y demuestran su esfuerzo, dedicación y espíritu solidario durante años de servicio a la comunidad, a través del idioma universal de los pueblos, que es la música.

La Banda “BARTOLOMÉ MEIER” ha representado a la localidad de Coronel Suárez, a través de conciertos y desfiles cívico-militares, participando además, en distintos eventos sociales, culturales y encuentros provinciales y nacionales de Bandas no profesionales, en los que se dejó siempre bien sentado el prestigio y buen nombre de la institución.

Sin percibir remuneración alguna, todos sus integrantes desean contribuir al enriquecimiento de la cultura, esperando recibir a cambio, nada más y nada menos que el aplauso respetuoso y caluroso de su público.